Hoy, me he dado cuenta que en la vida los deseos son como las popas de jabón, esas que haciamos de pequeños y con las que nos podíamos divertir toda una tarde, mas que con cualquier otro jugete.
Y esas pompas las hacíamos soplando con máxima delicadeza, y de ese pequeño soplido salian esas pompas de jabón tan preciosas y perfectas.
La mayoría de las pompas grandes se estrellaban con el suelo por pesar demasiado, las otras mas pequeñas se elevaban en el cielo moviéndose de un lado a otro alegremente pero muchas de ellas chocaban con paredes y ventanas convirtiéndose en unas pequeñas gotitas de jabon y de todas esas pompas que hicimos al principio solo quedan una o dos que se va volando plácidamente hasta que nuestros ojos ya no la pueden ver.
Y si son similares a los deseos porque por ejemplo los deseo mas exagerados y ficticios lo mas probable es que no se cumplan pero en cambio los otros deseos mas pequeños, mas detallados y sencillos tienen muchas mas posibilidades de cumplirse aunque de estos deseos solo se cumplen algunos y al suceder esto, nos alegramos profundamente.
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